Con un impresionante crecimiento en los últimos 4 años, Pampatar se mezcla con lo más novedoso y lo más artesanal de Margarita, una mezcla que, en lo personal, pienso que lo hace mágico.
Fortín de La Caranta
El municipio Maneiro, comienza desde la primera redoma en lo que finaliza la prolongación de la Av. 4 de Mayo (o desde el semáforo de la Av. Bolívar, justo donde se cruza al Hilton). Pero cómo saber si ya llegaste a Pampatar? Cuando llegas a las replicas de dos torres de castillo. Por eso digo que es mágico.
Fue fundada a mediados del siglo XVI y es considerado uno de los mejores puertos de Venezuela. Pampatar significa en lengua guaiquerí “Casa de Sal” y esto se debe a las salinas que alberga y que en época de la colonia fueron de gran importancia económica para la Isla. Actualmente esas salinas no son explotadas y, aunque quedan bien adentro del pueblo, vale la pena subir la montaña y verlas en su máxima potencia,
viendo el brillo de la sal cuando le pegan los rayos del sol.
La historia colonial de Pampatar, se desnuda ante los ojos de quien la visita solo con pasar las dos torres de castillo. La mayoría de sus casas conservan el estilo colonial, se mantiene la joya arquitectónica e histórica como lo es el Castillo San Carlos Borromeo, el Fortín, el Fortín Santiago de La Caranta, la Iglesia del Santísimo Cristo del Buen Viaje que data del siglo XVI, la Casa Amarilla y el Morro El Vigía.
Al pasar el Castillo San Carlos Borromeo el mar se planta allí en todo su esplendor con solo voltear la vista a la derecha. Un pequeño boulevard al que recientemente le han dado un cariñito es un lugar ideal para pasearse al final de la tarde que conserva unos cañones apuntando al horizonte, como siempre protegiendo al pueblo.
Muchos pescadores viven en este pueblo. Sus peñeros y pequeños botes pueden verse a través de toda la costa; de la misma manera, a las 10 de la mañana, se ven a esos pescadores en sus camiones o puestos vendiendo la pesca del día. A las 1130 de la mañana, ya no hay mucho que buscar, los pescadores han vendido todo y se termino la jornada de trabajo.
Así como las playas de Porlamar no son recomendables para el disfrute, no sucede lo mismo con Pampatar. Aunque tampoco son las más idóneas de la Isla, son playas tranquilas. Las mas frecuentadas son la que esta justo debajo del boulevard (pasando el castillo) y Playa Juventud, que queda pasando la Caranta. Para lo que por cuestión de tiempo no pueden irse hacia otros lados de la Isla (como el Norte o el Este) lo mas recomendable es acercarse hasta Playa Juventud. Tienen todos los servicios (alquiler de toldos, sillas, tumbonas, baños) y hasta hay un restaurante escuela donde dicen (aun no he ido) que preparan unos platos exquisitos (visita obligada para escribir sobre ellos).
Pasando Playa Juventud (es lo que se le llama el Sector La Caranta) lo mágico se despliega con delicadeza, pues no existe contraste. Las construcciones más bellas de edificios se funden con la belleza del entorno. Apartamentos de lujo con vista al mar se rinden a la belleza del pueblo.
Pampatar se ha convertido en los últimos 2 años, el pueblo ideal para degustar los mejores platos nacionales e internacionales.
Un rumor lleva tiempo recorriendo las calles, y se dice que no pasara mucho tiempo para que Pampatar se convierta en el pueblo gastronómico más visitado de la Isla. También hablaremos de esos restaurantes, sólo este año se han abierto 3 nuevos y todos los existentes cuentan con una gran recurrencia. En temporada (y muchas veces en días de quincena) es necesario reservar hasta con 1 o 2 días de antelación (dependiendo el caso). Así que si tienen mucha hambre, mejor elijan algún restorancito de Porlamar.
También cuenta con dos Hoteles: El Flamingo y el Hippocampus a los que también les han hecho algunos arreglos que han quedado muy bien.
Tres espectaculares locales nocturnos eligieron este pueblo para cumplir su cometido: brindar una relajante, exclusiva y única velada a sus clientes ya que están ubicados estratégicamente frente al mar, al aire libre, con decoraciones mediterráneas que harán vivir a quienes los visitan una noche inolvidable.
Así es Pampatar...con sus estrechas calles y amplia bahía, con su modernidad y antigüedad, con sus empanadas y su gourmet, con sus peñeros y veleros, sus castillos y modernas edificaciones... un contraste que, sencillamente, enamora